lunes, 30 de marzo de 2009

Autoentrevista de Alejandra Pinto

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Le pedimos a Alejandra Pinto, ganadora del primer premio
del Todo Poético Uno, que se hiciera una autoentrevista sobre
algunos temas sin agenda fija. Ella accedió y raudamente
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desde Sgo. de Chile, su lugar de residencia actual y habló
de poesía, blogs y concursos en 8 autopreguntas autorespondidas.
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1. ¿Qué tan importante consideras que es la publicación para un poeta?

Lo primero que aclararía sería la diferencia entre ser poeta y escribir poesía. En principio me declaro escritora de poesía con más o menos aciertos, nunca universales y siempre atisbante de lo realmente poético. Pienso que la institucionalización de cualquier práctica a partir de la incorporación en una tradición o en una solidificación de dicho quehacer es siempre un estancamiento y una resta, más que una suma.

Considero que no es tan importante publicar para alguien que escribe poesía. Es decir, considero que publicar en una editorial, a la usanza antigua, no tiene por qué ser el objetivo final de todo aquel que se defina como escritor de poesía. Pienso que en la actualidad hay diversos medios para socializar nuestras versiones sobre lo real a través de una mirada que acoja lo poético. En ese sentido están los blogs, que me parecen una buena opción intermedia.

Por otro lado considero que las editoriales, por muy alternativas que sean, tienen una mirada de rentabilidad de por medio. No todas, es cierto que hay quienes aún consideran, sin pretensiones, que la labor editorial obedece a instintos poéticos, por llamarlos de algún modo y con ello me refiero a que opera, en ese detectar el fenómeno poético, algo más que la razón y lo medible, accediéndose a él gracias a elementos más afectivos, intuitivos o estéticos.

Valoro enormemente estos emprendimientos que conozco de ese otro lado de la cordillera, específicamente lo que realizan en términos de activismo cultural Marcelo Neyra y María García, mis primeros ángeles poéticos y únicos editores concretos de algún trabajo poético mío.

En resumen, considero que el que se identifique, el o la que se comprometa con la experiencia poética, se constituya como “poeta” o simple “amante de la poesía”, no debe perder su tiempo golpeando las puertas de la editoriales para validarse en esta feria de las vanidades que es el ambiente “artístico”, “literario”, “poético” sino que debería (permítaseme este tono pulpitular), dedicarse a guardar, a acoger el fenómeno poético y a escribir, escribir y escribir.


2. ¿Qué importancia le ves a los concursos poéticos?

Los considero bien importantes para darle movilidad a lo que escribo pero no creo que deban ser tomados como barómetros objetivos. No hay que olvidar que de por medio está la subjetividad de un individuo o individua que hizo de jurado o juez y que, desde su sesgo, escogió determinado trabajo poético que consideró, subjetivamente, como cualitativamente mejor que los otros. Pero esto es una “cabeza de pescado” (una estupidez), no podemos pretender uniformar criterios cuando se habla del fenómeno poético, no puede haber una objetividad. Hay tendencias, afinidades, gustos, golpes más o menos fuertes de la poesía escrita a nuestro interior, a nuestro músculo interno, que incidirán en que nos guste o no nos guste tal poeta.


3. ¿Cuáles son tus poetas favoritos?

En este orden: Jorge Teillier, Cesar Vallejo y Miguel Hernández

Y de mujeres poetas: Luisa Castro y Cristina Peri Rossi.



4. ¿Qué entiendes por “fenómeno poético”?

Creo que la poesía es una especie de mirada, una especie de sensibilidad. Creo en los sentires poéticos, en como se encarna la poesía en nuestra cotidianeidad y nos permite un acceso a lo real que es cualitativamente diferente cuando lo experimentamos. Puede que esta sensibilidad no necesariamente tenga un correlato en aquella esquiva “calidad” de lo escrito, sin embargo, es algo que nos constituye. Esa mirada se percibe y tiene que ver con el cuidado, con la precariedad, con la vulnerabilidad ante la vida. Recordemos aquella vieja referencia, no sé si de Rimbaud o Baudelaire, del poeta como un albatros que tiene cierta desadaptación ante el mundo convencional, esgrime cierta torpeza. En fin, creo que hay algo de ineptitud en la mirada poética, o dicho de otro modo, la poesía no es eficiente, no debería buscar, necesariamente, un efecto o un fin práctico. Es el testimonio del desgarro, de la lentitud, de aquella mirada que no sólo se esmera en dar cuenta del paso del tiempo sino que se detiene un poco y profundiza, a través de la subjetividad, claro.


5. ¿Te consideras una “buena poeta”?

La verdad es que no sé, es difícil mirarse la espalda de una misma, sin embargo, considero que tengo una mirada interesante, modestia aparte, porque conjugo mi subjetividad con una especie de presión racional de lo que voy escribiendo. Por eso no sé si logro crear imágenes, no sé si sea tan potente como poeta, tal vez ni sea poeta sino una profesora de filosofía que escribe poesía, o que lo intenta al menos.


6. ¿Qué valor le ves a lo colectivo en tu escritura?

En un primero momento me parece importante lo colectivo en cualquier quehacer, pero por otro lado, considero que la escritura es un trabajo bien individual. Tal vez esté presente lo colectivo en lo cotidiano, siempre hay otros y otras en nuestras vidas, pero me da la impresión de que escribir poesía es una labor más bien solitaria.

Otra cosa es el papel de lo colectivo en la concreción de emprendimientos que lleven lo que escribo más allá de mí misma, pienso, por ejemplo, en estos emprendimientos de Mendoza, como Ferias del Libro Independiente o la formación de grupos de escritores, pero es algo que no me ha tocado vivir y que, por tendencia, no soy muy asidua a buscar.


7. ¿Participas en concursos poéticos? ¿Por qué?

Sí participo y he participado, en algunos he salido finalista y en Todo Poético, en su primera versión, salí ganadora. Considero que es atractivo participar en concursos como una forma de salir de lo individual, pero, sinceramente, busco aquellos concursos que no sean difíciles de participar y que tengan premios importantes. Hasta el momento no me he ganado ningún premio tan considerable pero no pierdo las esperanzas para poder realizar una serie de tareas cotidianas y tal vez nada poéticas que tengo pospuesta por no contar con un capital mínimamente significativo.


8. ¿Piensas escribir poesía toda tu vida?

Sí, quiero que la poesía siempre me acompañe, que la escritura sea parte de mi forma de estar en el mundo, más allá del reconocimiento, de la aprobación, el éxito, la fama, etc., me gusta escribir poesía y tan sólo por ese hecho quiero seguir haciéndolo, y si alguien me lee y le gusta mejor para ambos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Concuerdo con Aleja. No tocar puertas de editores que sólo buscan lucro. La tarea del dios-poeta trasciende el mero objeto, objeto de la publicación, y su consecuente ceremoniosidad y "establishment" literario. Para nada debe ser algo determinante el obtener un premio. Que más bien sea una forma de difusión, mas no un estilo de vida, que viene acompañado con los grupos, ferias de libro, entre otras institucionalidades. Al margen de todo, hay una soledad que llena al creador, más que una colectiva forma de negarnos, siguiendo una forma de vida entre cócteles y congresos de escritores que se reúnen a escucharse a sí mismos. Seguir la escencia interior, el peor enemigo de la literatura como institución.